El abuelo, nuestro padre, Asier y yo
Aitatxi, aita, Asier eta laurok. Gaizka Aranguren
Al abuelo (Gaizka Urrotz, de Orreaga) lo detuvieron y lo metieron en la cárcel en 1937 con dos penas de muerte conmutadas porque fue gudari en el batallón Irrintzi del Eusko Gudarostea. Se fugó mientras trabajaba como esclavo y tras ser el responsable del PNV en Venezuela murió a la edad de 41 años. Está enterrado en el cementerio vasco de Caracas.
A nuestro padre (Jose Ramon Aranguren, de Iruña) lo detuvieron en 1998. Lo encarcelaron y dentro del proceso 18/98 pedían para él 49 años de prisión por ser Vicepresidente del Consejo de Administración del diario Egin. Su corazón no pudo soportar todo aquello. En 2009, con 70 años de edad, el corazón le reventó. Todos sus compañeros están en prisión.
Al hijo mayor de nuestro padre lo detuvieron a los 26 años. Se negó a hacer el servicio militar en el ejército español. Estuvo dos años preso por un delito de insumisión.
A Asier, nuestro hermano, le metieron en la cárcel la primera vez cuando tenía 21 años. Un año pasó dentro, también por ser insumiso. 10 años después, a los 31, fue detenido nuevamente. Esta vez por ser miembro de ETA. Pasó 8 años encerrado.
Mientras escribo estas palabras están deteniendo a nuestro hermano. Sí, otra vez. Ahora tiene 40 años y parece que el motivo de la detención es hacer de enlace entre los presos políticos y los agentes sociales.
Los cuatro hemos tenido el mismo objetivo político: Una Euskal Herria libre. Un Estado Navarro soberano. Un cobijo pequeño pero robusto para los vascos.
No somos ningún caso excepcional. Una generación detrás de otra miles de familias han sufrido en este país nuestro la persecución del imperio. Sin embargo, se sigue intentando negar la existencia misma del conflicto político.
Están intentando desmontar el mar, pero las olas del Cantábrico traen marea alta.
La semana que viene se se va a estrenar en salas “Asier ETA biok”. Nuestro hermano os explicará en los cines, con todo detalle, lo que os he esbozado aquí y muchas cosas más.
Y ahora un mensaje para el hermano que tengo ahora mismo en una mazmorra:
Asier, hermano… el abuelo, nuestro padre y yo estamos orgullosos de ti. Estamos contigo. Como el mar Cantábrico.
Te quiero.
Arrapaladan egin dut itzulpen pobre hau. igotzalkorta-k botatako txio batean "Sufrimendu alde bakarrekoa dela uste dutenek irakurri beharrekoa Gaizka Arangurenek idatzia" irakurri dut, eta nire tanta txikia gehitzeko nahian bururatu zait itzulpenarena. Lagungarria espero delakoan
Intsumitu ohia, eta Memoria Historikoaren militante bat
Eskerrik asko.